JUGANDO...
Me senté
en el banco de los sueños,
en tu río reflejé
mil recuerdos.
Desde mi ventana
veía todas las semanas
el diablo de la tarde en mi balcón.
Y cada vez mas negra la oscuridad
avanzaba sin piedad,
aguaceros de anhelos en el corazón.
Y jugamos para no soñar,
y soñamos porque no sabíamos a que jugar.
Y mientras bebíamos las tardes en compañía
la viuda del futuro tenía
el licor del olvido.
Y parafraseando cualquier poema
la alegría fue nuestro lema,
la piedad nuestro sentido.
Y jugamos al arquitecto de verdades,
al dentista sereno,
al ingeniero de poemas en las ciudades,
al pie del marinero.
A estar enfermo de enfermeras,
a ser turista en la sonrisa
del que come a prisa
y sueña con quimeras.
Y el tiempo con paso seguro nos traicionó,
y nos dejó un año en un segundo
y melancolía en el cajón.
Y traicionamos nuestras creencias,
y creímos en la traición,
y cogimos un colocón de verdades a medias,
de pícaras miradas en el salón.
Y jugamos al psicólogo, al consejero,
a las rubias de mentira,
al perdón, al caballero,
al gesto que no se olvida.
Al alquimista obstinado,
al masaje omitido
al médico que no he sido,
al periodista exiliado.