SIMPÁS
A la orilla de un mar de pentagramas
donde empiezan los espacios entre líneas
una clave me resuelve el crucigrama
con la luz de un sol que apenas brilla.
No comprendo el racismo de las blancas
ni el valor de un mísero puntillo
se aceleran ma non troppo mis escalas
cuando canto en un cómodo tresillo
Soy una corchea venida a fusa
cuando Guido me bautiza la memoria
y acecho el calderón de alguna musa.
Mi armadura se deshace sin demora
al saber que el compás es una excusa
en mi vida no hay líneas divisorias.